Hola
hermanos/as frutales:
Este es
Guimo, escribiendo en su décimo séptimo (17º) día de ayuno natural, respirando
tranquilo, poniendo atención a las expresiones de mi cuerpo y empezando labores
un tanto intensas (ya no en estado de profunda calma y dormir hasta 10 horas al
día, aunque sigo relativamente quieto). A la fecha, el ayuno ha consistido en:
1) 7 días de ayuno sin ingerir alimentos
ni agua (sí me bañaba y esa es una manera de hidratarme).
2) 1 día de ayuno de agua.
3) 9 días de jugos de frutas diluidos
en agua de 1/5, 1/4 , 1/3, hasta 2/5 partes de jugo, incrementando paulatinamente,
y de 3 frecuencias al día (entre 350- 400 kcal. por día) hasta llegar 4 (400-
600 kcal. por día) a partir del 5º día.
Con los
jugos diluidos, mi sistema digestivo entró en funciones nuevamente, de forma
serena y además asimilando los nutrientes de manera más efectiva, pues es
cierto hasta este punto que me satisfago con menos alimento frutal y a la vez
tengo la misma energía que antes, o incluso un poco más, aunque todavía es
pronto para hacer conclusiones definitivas porque recién me estoy reconectando
a mis labores ordinarias, y en un ritmo pausado.
Cuando escribo
y hablo de Jugoterapia, lo hago desde el enfoque higiénico, es decir, soportado
en los pilares del estilo de vida saludable y la limpieza más que de una manera
de “quitar la mugre pegada” como si las frutas fueran una “cura milagrosa”. En
el Higienismo existe la “potencialización de la vitalidad mediante el
incremento de la energía” y la “conservación de la salud (quitando
obstrucciones/ toxinas al principio e impidiendo que vuelvan a acumularse)”. En
pocas palabras, la Higiene Natural atiende la Causa, no los efectos y muchas
veces la Jugoterapia mal encaminada se enfoca en “Curar los efectos” como si el
jugo automáticamente rediseñara el cuerpo: “Tómese este jugo, le va a quitar
las nauseas” es una frase repetida por todas partes. Atención, si el cuerpo
siente ganas de vomitar en condiciones naturales (es diferente si la persona
ingirió un corrosivo, por ejemplo): QUE LO HAGA y así elimine las
toxinas, pues si la persona bebe jugo o consume cualquier otro alimento “para
curarse” el cuerpo puede reenfocarse en la digestión y parar la eliminación de
toxinas, o bien, insistir y vomitarlo todo, incluyendo el jugo.
“La cura” es
un mito, puesto que ese término pretende quitar el síntoma, y todos debiéramos
saber que mientras uno “quite sus mocos constantemente” seguirán fluyendo sin parar
hasta que no sane a nivel básico, y que si los suprime con medicamentos, lo que
está haciendo es tapando el efecto (el síntoma) y el cúmulo de toxinas se
derramará en otra parte dentro del cuerpo, lo que introduce al individuo a un
ciclo interminable de mucosidad, cada vez más degenerada. Esto me hace otorgar
al término “Limpieza”, que es positivo, y hace referencia a lo vigorizante y preventivo
de enfermedades; un rango sumamente mayor que el de “desintoxicación” o “detox”,
que es relativo a la negación de un mal y que se implementa como medida correctiva
a un daño ya causado.
Los jugos
diluidos en agua disminuirán mucho la carga digestiva (la disminuyen hasta 100
veces que la estándar de un comensal ordinario, dependiendo de la calidad y la
cantidad del jugo) y por lo tanto el cuerpo consciente (o la consciencia
corporal, que es como me gusta llamarla últimamente) que posee todas las llaves
para generarse y regenerarse, puede descansar y atender otras funciones como la
sanación/limpieza de los órganos y sistemas complejos bajo su dominio.
Además los
jugos frutales son refrescantes, coloridos y sabrosos, llenos de vida y tienen
nutrientes que nos ayudan a continuar con nuestras actividades sin los efectos
pesados de una comida estándar. Más aún,
la fruta líquida diluida se puede digerir mejor (en ciertos casos y condiciones
como en un ayuno temporal de jugos con agua con duración de unas semanas o
meses) que la mismísima fruta integra, aunque a la larga para la mayoría de las
personas sea más conveniente comer la fruta completa.
Recomiendo
los jugos con su fibra, aunque colando el exceso si así se desea y a no más de
50% de concentrado de jugo, siempre recién hecho y de fruta perfectamente madura.
Mayor concentración puede entrar demasiado rápido al torrente sanguíneo, sobre todo
con jugos como el de naranja, que no lleva casi nada de fibra (en contraste con
el licuado de mango, en el que se combina toda la pulpa y fibra en el proceso
de licuado).
En otra
entrada escribiré sobre Jugos Verdes (frutal-vegetales o de puros vegetales).
¡Hasta
Pronto!
Guimo.
Jugo Frutal de Agua Solar: Mandarina, Naranja, Uva
Acá les dejo un par de recetas de jugos con sus beneficios:
ResponderEliminarhttp://chefalejandrocuellar.wordpress.com/category/jugoterapia/